jueves, 17 de marzo de 2016

Entrevista a María José Codes | 'La peluca de Franklin'

"Para escribir prefiero el silencio o el ruido de una cafetería llena"


Conoce el oficio de la escritura y lo comparte en talleres como aquel de Hotel Kafka en el que coincidí con ella. María José Codes es una fotógrafa y escritora premiada que ha publicado ensayo, relatos y las novelas Control remoto, La azotea y La peluca de Franklin. En la entrevista hablamos de esta novela, de otros proyectos literarios y del proceso de escritura. Ella me enseñó en clase un ejercicio asombroso de puro sencillo: cerrar los ojos, escuchar y describir.


¿Qué encuentra el lector en 'La peluca de Franklin'?
De entrada, dos historias: una se desarrolla en el siglo XVIII, durante la travesía del bergantín Reprisal, en el que viajó Benjamin Franklin de Filadelfia a las costas de Francia. La otra es una historia actual, la de un joven solitario, apartado del mundo, pero en contacto con una realidad virtual engañosa. Las dos historias se entrelazan y ambas contienen sus dosis de misterio. Habrá lectores que se conformen con eso y espero que pasen un buen rato. Otros, cerrarán el libro y se mostrarán o no de acuerdo con las ideas que se plantean sobre la pasividad, el concepto del tiempo, de la historia y de las relaciones humanas.

¿Por qué el personaje de Benjamin Franklin?
Porque representaba en el siglo XVIII el 'hombre nuevo', que venía de las colonias, llevando consigo la frescura del pragmatismo y un nuevo modo de vida, contaminado solo en parte por la decadencia de la vieja Europa. El joven Vilán, con su ordenador y su vida aislada, es también un 'hombre nuevo', un hombre de su tiempo. También están las 'nuevas mujeres' como Eternity, en el XVIII, y Miriam o Floria, en el siglo XXI. El viaje de Franklin en el Reprisal es histórico y algunos de los personajes también.


El personaje de Vilán observa a su vecina sin que ésta se percate. ¿Cuál es la motivación de este voyeurismo?
El voyeurismo es una muestra más de la pasividad del personaje. La pasividad se nutre de la actividad del otro. Usando la terminología de Merleau-Ponty, en la novela unos personajes son activos, 'se propagan', y otros, pasivos, 'se dejan propagar'.


En el libro, a Vilán "la soledad le parece sobrevalorada". ¿Coincides con esa opinión?
(Risas). Rotundamente no. Por definición, sobrevalorar es valorar demasiado. Eso solo puede suceder cuando hablamos de algo con poco valor, de cosas sin importancia. No creo que la soledad sea algo sin importancia.
 

1776 y 2014, ¿qué parte ha resultado más fácil o atractiva de escribir?
La parte histórica requería más documentación, sin duda, y ese esfuerzo no siempre era rentable en términos narrativos. A veces leía muchas páginas de las que solo extraía unos pocos datos. Pero disfruté muchísimo, porque hubo descubrimientos muy interesantes durante el proceso, como esa votación de las mujeres en Nueva Jersey. También me gustó profundizar en el asunto de los cereales transgénicos, tema sobre el que encontré un amplio dosier respecto al vacío legislativo en España. 

Fue finalista del Premio Nadal 2014 con la novela 'No puedo seguir, seguiré'. ¿La veremos publicada?
Espero que sí (risas), aunque todavía no hay fechas. Lo que sí es probable es que cambie el título, que es una frase de Beckett en El innombrable. Estoy barajando otros.

¿Algún otro proyecto literario en mente?
En este primer semestre de 2016 publicaré un libro de poemas, Conservar al vacío, con la editorial Baile del Sol. Es un proyecto que me ilusiona. No es el primer libro de poemas que escribo pero sí el primero que voy a publicar.

Imparte clases de escritura, ¿se aprende a ser escritor o se requiere algo especial?
Aprender técnicas de escritura y lectura crítica es parte fundamental del oficio de escritor. Eso no significa que todo el que reciba clases de escritura pueda ser escritor. Además de oficio se requiere aptitud, talento y, en el mejor de los casos, genio.

¿Utiliza alguna técnica concreta para escribir o inspirarse?
Ninguna en particular. Me molestan las pequeñas dependencias (bebidas, música, tabaco…) porque constriñen. Solo necesito concentración y disciplina para no moverme del lugar donde escribo y luego empezar a escribir o releer lo que estaba escribiendo. Y prefiero el silencio o el ruido empastado e indistinguible de una cafetería llena de gente, por ejemplo.

¿Alguna recomendación para lectores?
Buscar una librería amiga y establecer vínculos sólidos con ella. Hay que reivindicar la figura del librero, que es un lector experto y amante de la literatura. El placer de la lectura es mayor cuando se comparte. En Madrid, me encanta charlar de libros con Jesús, David y Paula, de La Buena Vida. O asistir a los múltiples actos que organiza Lola en la veterana Alberti. Libreros como David Trueba o Lola Larumbe (por citar solo los que me son más cercanos) merecen todo nuestro apoyo.

Lee la reseña de La peluca de Franklin.
Lee las primeras páginas de la novela.
Web oficial de la autora María José Codes: http://mariajosecodes.com/
Twitter oficial: @kodei_ma

Gracias por leer esta entrevista. ¿Has leído alguna de las novelas de María José Codes? Puedes dejar tus comentarios más abajo o en mi cuenta de Twitter: @jescolart.

2 comentarios:

  1. Tiene muy buena pinta !! Procurare leerlo pronto

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  2. Hola, Ana Isabel. Gracias por tu comentario y espero que disfrutes con el libro. Cuando lo acabes, pásate por aquí y cuenta qué te ha parecido. ¡Saludos!

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